jueves, 25 de abril de 2013

El Ojo del Sol


Ra, el rey de los dioses, sabía que su hija Hathor, cuando tenía apariencia humana, era la diosa más agraciada en virtudes. Llenaba de alegría y de encanto todos los lugares. Era la protectora de los dioses.
“El Ojo Del Sol” era el lado más negativo de la diosa Hathor. Ella adquiría muy variadas formas. Cuando se enojaba todos los dioses la temían.

Un día Ra tuvo que discutir con su hija, El Ojo Del Sol tenía muchísimos celos de los dioses que creó su padre. Éste no pudo consentir ese comportamiento tan injusto y Hathor se enfadó muchísimo y se marchó hacia Nubia, teniendo que atravesar desiertos. La diosa ya no mostraba su forma humana, tenía la apariencia de un gato salvaje o la de una leona furiosa. Cualquier criatura que se le acercase sería víctima de ella. Cazaba y mataba, vivía de ese modo.
Ra, entristeció y cayó en una profunda melancolía, hasta tal punto que “ El dios Sol” ocultó su rostro y la tierra se quedó sin luz, en una profunda oscuridad.
Egipto estaba desconocido. Era muy cruel ver ese panorama en la tierra. ¡Qué tristeza! Ra pidió ayuda a los dioses y le dijo a Thot, el dios más sabio, que fuera a Nubia a convencer a Hathor para que volviera a Egipto. Thot estaba atemorizado, pues sabía que en cuanto lo viera, Hathor lo mataría. Entonces pensó que lo mejor sería adquirir la forma de un mandril para ser más insignificante.
Después de seguir los pasos de la diosa, la encontró y se acercó a ella. Thot le dió conversación haciendo referencia a Ra y recordándole que era la hija del sol, pero ella bajo la forma de gato salvaje le dijo:
- ¡Dime lo que tengas que decir y muere!

Thot comenzó a contarle una historia para distraerla y a su vez para recordarle que el rey de los dioses, Ra, su padre, siempre hacía justicia. 
Thot terminó de hablar y El Ojo Del Sol se quedó pensativa y recordó lo poderoso y lo justo que era su padre. Hathor había cambiado su carácter completamente. Thot le había recordado a su padre, a su hermano Shu, a su tierra “Egipto“... Y en ese momento recordó lo mucho que los hombres la adoraban.
También el más sabio de los dioses le comentaba como estaba Egipto sin ella: en tinieblas, triste, sin alegría...
Pero cuando más confiado estaba Thot en hacerla regresar, ésta se dio cuenta de que el mandril quería disuadirla para volver a Egipto y entonces montó en cólera por haberla hecho llorar, y se enfureció de tal manera que se convirtió en una enorme leona.

- ¡En nombre de Ra, perdóname! ¡Antes de atacarme escucha la historia que te voy a contar! -dijo Thot.
Mi sabio Thot comenzó enseguida a contarle otra historia para tranquilizarla:
«Dos buitres se pasaban el tiempo discutiendo sobre cual de ellos poseía más dones:
- Yo soy capaz de... -decía uno de ellos.
- Pues yo puedo... -replicaba el otro.

De repente uno de ellos se empezó a reir y dijo :
- Si supieras lo que he visto.
- ¿Qué has visto? -contestó el otro.
- Como tú ya sabes tengo una poderosa vista y he podido contemplar lo siguiente: He visto como una lagartija se comía una mosca. Después una serpiente se comía la lagartija y posteriormente un halcón se llevaba la serpiente, pero como ésta pesaba mucho, el halcón cayó al mar y los dos fueron comidos por un pez. Y seguidamente ha pasado un pez más grande y se ha comido al primero. El pez grande se había acercado a la orilla del mar y había sido capturado por un león. Después apareció una criatura extraña, mitad león y mitad águila y se lo ha llevado a su nido para comérselo.
Uno de ellos dijo:
- Seguramente que esa criatura extraña es un mensajero de Ra . Los que matan mueren. Y no hay nada que se pueda comparar con la justicia del rey de los dioses.»
Thot le dijo a El Ojo Del Sol:
- Tu propio padre es quien da bien por bien y mal por mal.
En ese momento la diosa se sintió muy orgullosa de su padre y le dijo al mandril:
- No te preocupes que no te voy a matar.
El sabio Thot emprendió el viaje hacia Egipto acompañado por el gato salvaje (la diosa). Como no se fiaba todavía de ella comenzó a contarle otra historia:
- “ Dos chacales que vivían en el desierto...”
Cuando terminó de contarle la historia le dijo:
- Como me has perdonado la vida yo te protegeré durante todo el camino.
La diosa se empezó a reir y le dijo que El Ojo Del Sol no necesitaba su protección, pues el mandril era mucho más débil que ella.
El mandril, es decir, Thot, comenzó a hablar:
- Te voy a recordar una historia: «Trata de un león que buscaba desesperadamente al hombre para matarlo. El león pensaba que él era el más fuerte. Se había enfurecido pensando que una criatura que no conocía, “el hombre”, pudiera con una pantera que se había encontrado medio muerta. Con un león y con varias criaturas que se habían cruzado por el camino y que habían sido víctimas del hombre. Con lo que no contaba el león era con el arma más poderosa del hombre: ”la astucia”. En su búsqueda desesperada se encontró con un ratoncillo, y éste le dijo:
- Oiga, por favor, no me aplaste. Si me aplasta para luego comerme, no le va ha merecer la pena, pues soy tan diminuto que no le voy a saber a nada.Dejándome en libertad algún día le devolveré el favor.
El león no le mató y se fue riéndose a carcajadas.
- Un ratoncillo ayudarme a mí, ja, ja,ja -dijo el león.
Al poco tiempo sucedió que el león fue a caer en una trampa que había preparado el hombre. El león cayó en un agujero que estaba tapado con ramas, y éste había quedado atrapado en una red. Quedaba poco tiempo para que el hombre lo matara. A media noche pasó el ratoncillo por allí y enseguida ayudó al león para que éste pudiera escapar. El diminuto animal comenzó a roer todas las redes, todas las cuerdas. Y el león se fue lejos de aquel lugar, donde no le pudiese atrapar el hombre. Pero la experiencia le hizo comprender que un ser más débil puede ayudar al que tiene más fuerza.»
Hathor le escuchó y comenzó a tenerle mucho más respeto al mandril.En El-Kab, al pasar la frontera de Egipto, Hathor tomó la apariencia de un buitre, y en el siguiente pueblo volvió a cambiar de aspecto. Hasta acercarse a Tebas, allí adquirió la apariencia de un gato salvaje.
Todo Egipto estaba pendiente del regreso de su bella diosa. También estaban los enemigos de Ra, y mientras Hathor dormía, una serpiente venenosa se le acercó, pero Thot que estaba vigilante, avisó a su diosa y ésta saltó como una fiera hacia la serpiente y la mató.

Hathor recordó la historia del ratón y el león y se fue dándole las graciás a su amigo el mandril.
Al llegar a Tebas por la mañana se transformó en una bella mujer, llena de bondad y alegría, como ella era. La bella Hathor se juntó con su padre en la ciudad sagrada de Heliópolis y se dieron un fuerte abrazo. Todo Egipto saltó de alegría. Thot volvió a mostrar su apariencia normal y la diosa le reconoció.
Ra agradeció a Thot el regreso de El Ojo Del Sol y formaron una gran fiesta.
Como podéis ver, Thot tenía una gran sabiduría.

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